Esta entrada va dedicada para esos seres que habitan en los centros comerciales y que deberían estar en peligro de extinción. Ahí va la anecdota:
En una tranquila tarde, cuando me disponía a cambiar de sitio los ordenadores de sobremesa, apareció esa clase de personas mezcla entre albañil a la hora del almuerzo (incluyendo los lamparones de chorizo) y el espiritu desenfadado de un gorrilla.
Pues bién, el primer contacto con este individuo, el cual normalmente va acompañado de una o dos mujeres que le rien las gracias, fue el típico chss chss que tanto odiamos los comerciales.
Yo giré mi cabeza y con una cara de total desprecio me digne a atenderle. Pero el enervamiento de mi sangre llegó cuando las palabras más inteligentes de su boca fueron: "Este cacharro está bien o es una mierda". Aquí hay dos opciones: o asestarle un par de ostias o decirle que todos los productos son de primera calidad. Y como ciudadano civilizado que soy, opté por la segunda.
Después, el plato fuerte fue cuando me dijo la segunda tipica frase de esta gente, utilizando el tono ese de colega de litrona que les caracteriza: "Oye, entre tu y yo""Dime una tienda asi de informatica que esté bien por aquí". La cara de gilipollas que se te queda es impresionante. Encima de puta, pongo la cama. Es indignante!
Y el punto final reside en que las colegas de éste quieren hacer una financiación con lo más barato que hay. Y después de tener que explicarle que no venía con "Windos" si no con Ubuntu, el tio hizo el chiste del día. Mientras estaba haciendo la factura, cerca del punto de postventa, se sentaron e hicieron la analogía entre la barra de un bar y el mostrador de reparaciones, incluido con la tipica frase de: "Me pones un café" en fin 10.000 millones de años de evolución para esto.
Al final se fueron si comprar nada, Tocate los ....
